Anillo solitario forjado en plata .925 con baño dorado, inspirado en los antiguos anillos medievales que portaban piedras como símbolo de poder y protección. Al centro, una turquesa azul vibrante con delicados toques dorados naturales, evocando el cielo sobre desiertos sagrados. Su diseño sobrio y refinado combina la fuerza de lo artesanal con la elegancia histórica, convirtiéndose en una joya atemporal para espíritus libres y sofisticados.
